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Protrusión y Hernia discal

Las causas de estas afecciones pueden ser diversas, entre las más comunes se encuentran:

  • Mala postura: Mantener una postura incorrecta durante largos periodos puede debilitar los discos intervertebrales o posturas repetitivas como personas que trabajan en cajeros de supermercados o monta cargas.
  • Sobrecarga física: Levantar objetos pesados de manera incorrecta o realizar movimientos bruscos puede dañar los discos.
  • Degeneración natural: El envejecimiento puede llevar a la degeneración de los discos, haciéndolos más susceptibles a protrusiones y hernias.
  • Traumatismos: Accidentes o caídas pueden causar lesiones en los discos.

Los síntomas pueden incluir:

  • Dolor localizado en la espalda o el cuello.
  • Dolor que se irradia hacia las extremidades.
  • Hormigueo o entumecimiento en brazos o piernas.
  • Debilidad muscular.

La quiropráctica ofrece una solución efectiva para la protrusión y la hernia discal al abordar la causa subyacente del problema. Los quiroprácticos utilizan técnicas manuales para ajustar la columna vertebral y aliviar la presión sobre los discos y los nervios. Este enfoque no solo alivia el dolor, sino que también mejora la movilidad y previene futuras lesiones.

  • Alivio del dolor: Reducción significativa del dolor y la incomodidad.
  • Mejora la movilidad: Restauración del rango de movimiento normal de la columna vertebral.
  • Prevención: Evita la reaparición de los síntomas mediante el mantenimiento de una alineación adecuada de la columna vertebral.

Si sufres de protrusión o hernia discal, no esperes más. ¡Agenda una cita con nosotros y descubre cómo la quiropráctica puede ayudarte a vivir sin dolor y con una mejor calidad de vida!